Si estás leyendo esto probablemente tengas una cuenta de neocities, por lo tanto, tienes una página web y es bastante probable que seas principiante en todo esto
al navegar por la web, en las redes sociales habituales es bastante común ver usuarios con perfiles decorados, públicaciones perfectas y una imagen de ellos mismos casi artificial, es fácil compararse con estas personas y querer parecerse a ellas, este pensamiento sigue presente aún al llegar a este tipo de espacios donde la expresión de uno mismo es la clave de toda la construcción de tu página
pero nos olvidamos de que hacer una página web no es solo decorar un codigo pre-establecido, sino que se basa en el constante aprendizaje
codificar es complicado, sin importar el lenguaje que aprendas, tal vez falles una y otra vez, pases inumerables noches buscando el error en tu codigo solo para que al final te quede un collage de tutoriales, correciones de chat gpt y una pizca de libre albedrío

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y eso está bien, porque lo hiciste tú

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y el que hayas pasado 3 noches seguidas codificando la página de bienvenida te da más merito de sacrificio que cualquier otro perfil aesthetic del montón

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porque va a ser tú desastre, tú aprendizaje

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no te rindas querido lector!

Desde que era pequeña, me gustaba vivir en mi cabeza. Imaginaba montones de historias que luego dibujaba en cómics o recreaba en Gacha Life. De alguna forma, me convencí de que eso era lo que estaba destinada a hacer. Desde ese momento, siempre he imaginado mi futuro como una gran artista con millones de seguidores, alguien culta con obras complejas y pretenciosas.

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Al crecer un poco más, me di cuenta de lo ingenuo que era ese sueño. Sin embargo, esa fantasía se convirtió en un pequeño tumor en mi cabeza. Cada vez que mi realidad se volvía desagradable, me sumergía en mi imaginación y viajaba a lugares donde sí quería estar. Así, el pequeño tumor se alimentaba de mis penas y seguía creciendo dentro de mi cerebro. Cuando la realidad no era tan horrible, el tumor se achicaba tanto que llegaba a ser del tamaño de un maní, pero nunca desapareció.

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Me engañaba tanto con la falsa realidad que volver a la verdadera se convirtió en una tortura. Intenté convertir mis fantasías en realidad con un montón de proyectos que nunca llegaron a ninguna parte. Tal vez soy muy joven para crear cosas serias, pero cuando miro que estaban haciendo mis artistas favoritos a mi edad hay una parte de mí que me dice que estoy haciendo todo mal. Como sea, la fantasía de fama nunca me ha dejado, pero últimamente solo me llena de frustración saber que es muy probable que se quede donde está, solo como una simple fantasía.